DETROIT – La ACLU de Michigan y la Liga Árabe Americana por los Derechos Civiles presentaron hoy una demanda federal contra el Distrito Escolar Comunitario de Plymouth-Canton y uno de sus empleados por violar los derechos de la Primera Enmienda de D.K., una estudiante de secundaria de 14 años cuya maestra la humilló repetida y públicamente por negarse a ponerse de pie y recitar el Juramento a la Bandera.

D.K., de ascendencia palestina, está profundamente consternada por los miles de asesinatos que ocurren en Gaza. D.K. cree que estas muertes fueron financiadas, ya sea implícita o expresamente, por el gobierno estadounidense. Debido a sus creencias políticas, D.K. se negó discretamente a ponerse de pie y recitar el Juramento a la Bandera con sus compañeros en tres ocasiones distintas durante enero. En respuesta, su maestra interrumpió la clase y la reprendió, diciéndole que permanecer sentada era una falta de respeto a las fuerzas militares estadounidenses y a la bandera, y que debía ponerse de pie. Cuando, en una ocasión, D.K. se acercó a su profesora después de clase en privado para explicarle por qué no quería ponerse de pie y recitar el Juramento a la Bandera, la profesora le respondió: «Ya que vives en este país y disfrutas de su libertad, si no te gusta, deberías regresar a tu país».

Como resultado de las acciones de su profesora, D.K. ha sufrido graves daños emocionales y sociales. Estos incluyen, entre otros, incapacidad para dormir, pesadillas recurrentes, un comportamiento más reservado y altos niveles de estrés. Su debilitado estado emocional ha comprometido su salud física. D.K. también ha sufrido aislamiento social durante un período en el que el contacto con sus compañeros es muy valorado y necesario para su bienestar. El impacto de estos incidentes ha afectado negativamente el rendimiento académico de D.K., una estudiante con un expediente casi perfecto.

Por intentar obligar a D.K. a ponerse de pie y recitar el Juramento a la Bandera, el distrito escolar violó el derecho de D.K. a la libertad de expresión, y en particular, su derecho a expresar sus opiniones políticas. El derecho a sentarse o guardar silencio durante el Juramento a la Bandera es un derecho fundamental protegido por la Primera Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos. Estas acciones han creado un ambiente de intimidación que ha hecho que D.K. y los miembros de su grupo teman ejercer sus derechos amparados por la Primera Enmienda.

La demanda busca un fallo jurídico que declare inconstitucionales las acciones de los demandados y una indemnización por daños y perjuicios.

Bonsitu Kitaba, director legal interino de la ACLU de Michigan, declaró lo siguiente sobre el caso:

“El derecho a la libertad de expresión, o a no expresarse, es una forma de protesta fundamental para el buen funcionamiento de una democracia, incluso cuando su ejercicio genere controversia o incomode a otros. Ante el aumento de los ataques a nuestros derechos y libertades civiles en todo el país, la ACLU se mantendrá atenta en su lucha por proteger los derechos de todas las personas que desean protestar hoy y de aquellas cuyos derechos necesitarán protección mañana”.

Mark Fancher, abogado del Proyecto de Justicia Racial de la ACLU de Michigan, comentó lo siguiente sobre el caso:

“Al considerar la naturaleza controvertida del tema que nuestra joven clienta decidió abordar, junto con el clima político tóxico y la hostilidad que son características de este período, no podemos sino maravillarnos ante la convicción y la increíble valentía que necesitó para seguir su conciencia y su corazón. Es trágico que, si bien siempre esperamos que nuestras escuelas animen a los jóvenes a ser pensadores independientes y críticos, la maestra de D.K. y el distrito escolar le fallaron no solo al violar sus derechos bajo la Primera Enmienda, sino también al humillarla por atreverse a ejercerlos”.

La abogada Nabih Ayad, de la Liga Árabe Americana por los Derechos Civiles, declaró lo siguiente sobre el caso:

“Es inquietante que una maestra en quien se confía la enseñanza de nuestros hijos se rinda a tal insensibilidades hacia una de sus alumnas, sabiendo que esta es de ascendencia árabe palestina y conociendo las numerosas muertes en Gaza de familiares de palestinos residentes en el área metropolitana de Detroit, que, para colmo, criticara a la estudiante simplemente por ejercer su derecho constitucional a no participar en el Juramento a la Bandera como señal de protesta. Esa maestra, sin duda, debería haber sabido que todos los estudiantes de este país tienen derecho a no presentarse al Juramento a la Bandera, independientemente de sus opiniones personales”.

Lea la demanda aquí.

 

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